
Agricultura sustentable: nutrir al planeta como él nos nutre a nosotros
¿Sabías que para el 2050 se calcula que seremos más de 9 mil millones de personas las que habitemos la Tierra? Si este dato de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se vuelve realidad, entonces necesitaremos producir un 60% más de alimentos. ¿Cómo brindar comida a tanta gente sin tener un impacto negativo en los recursos de nuestro planeta? Dos palabras: agricultura sustentable.
La agricultura sustentable implica utilizar técnicas de cultivo amigables con el medio ambiente que promuevan una buena gestión del agua, la energía y los suelos, ayudando al planeta y al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades. Por estas razones, es fundamental que comencemos a invertir en este tipo de buenas prácticas en México y el resto del mundo.
Por más de 100 años, en Kellogg hemos trabajado apasionadamente para ayudar a las familias a dar lo mejor cada día, ofreciéndoles desayunos deliciosos y saludables. Sin embargo, nuestra misión también es hacer lo mejor para la Tierra y nutrirla tal como ella nos nutre a nosotros.
¿Cómo fomentamos la agricultura sustentable?
Siendo una empresa dedicada a la industria de alimentos, en Kellogg dependemos de los recursos naturales que nos brinda el planeta. Sin ellos, no tendríamos comida que entregar en la mesa de nuestros consumidores.
“Los retos que enfrentamos en Kellogg son tanto por el lado social como medioambiental”, afirmó Paloma López, directora global de Sustentabilidad de Kellogg. “Los compromisos que tenemos son suministrar los ingredientes de forma responsable, pero también apoyar a los agricultores a nivel mundial”.
En Kellogg hemos adquirido el compromiso de promover el abastecimiento responsable de los 10 ingredientes principales que ocupamos en nuestros productos: maíz, trigo, arroz, caña de azúcar, fresas, aceite de palma, cocoa, uvas, vainilla y papas.
Queremos cumplir esta meta para el 2020 y hemos llegado a la conclusión de que el mejor modo de hacerlo es apoyando directamente a los grandes y pequeños productores. De esto se trata nuestro programa Kellogg’s Origins, el cual, a su vez, tiene el propósito de apoyar a medio millón de agricultores para el 2025.
Kellogg’s Origins cuenta con 45 proyectos en 21 países, incluyendo México donde, en alianza con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), hemos impulsado la siembra de maíz amarillo por medio de técnicas sustentables y tecnología innovadora que facilitamos a los agricultores de la región.
Apostamos por el cultivo de arroz colombiano para continuar elaborando nuestros deliciosos y crujientes Choco Krispis que se distribuyen en Colombia, Ecuador y Perú con la excelente calidad y el sabor de siempre, dando capacitaciones sobre prácticas de agricultura sustentable a los productores.
Igualmente, tenemos proyectos en otros países de Latinoamérica, como Argentina y Bolivia, que tienen que ver con la producción sustentable del maíz dorado y la quinoa, respectivamente, y seguimos esforzándonos por extender este alcance. A la fecha, 294 mil agricultores a nivel global son apoyados por nuestro programa Kellogg’s Origins.
“Al final del día, en Kellogg no somos nadie sin los agricultores porque ellos nos proporcionan los ingredientes que son tan importantes para los alimentos que servimos”, comentó nuestra directora global de Sustentabilidad. “Este trabajo es muy humano y gratificante. También escuchamos por parte de los agricultores que se sienten muy orgullosos de saber que sus ingredientes están en los alimentos que acaban en la mesa de muchas familias”.
Para seguir contribuyendo al desarrollo continuo de mejores alimentos y un estilo de vida más saludable, nos unimos a FReSH, una alianza que se dio en 2016 entre el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD por sus siglas en inglés) y la Fundación EAT.
La visión de FReSH es conseguir que las empresas y la comunidad científica trabajen en conjunto para crear dietas que las personas disfruten, que sean saludables y que se produzcan de manera responsable y sin sobrepasar los límites del planeta, todo esto con miras hacia el 2030.
De esta forma, nos involucramos en el análisis de las grandes tendencias globales y áreas de oportunidad que hay en la industria alimentaria, buscamos comprender mejor al consumidor y ser parte de la solución en la disminución de los desperdicios de comida.
Gracias a estos programas e iniciativas a favor de la agricultura y los sistemas alimentarios sustentables, es que en Kellogg podemos continuar reforzando nuestra misión y compromiso de nutrir a las personas alrededor del mundo para que puedan crecer y prosperar.